Lunes 3 de mayo
8:00 a.m
Cancha La Caimanera
“Si no ahora, ¿cuándo?
Si nosotros no, ¿quién?”
A veces la bandera nacional debe salir a la calle más de un par de veces al año. En esos casos, no siempre debe ondear alto en el cielo sino servir de escudo. Por eso, si mirabas la manifestación desde el cielo estoy segura de que solo verías una mancha amarilla, con azul y mucho rojo.
No éramos muchos, pero hacíamos ruido. La gente volteaba a vernos cuando caminábamos por las calles llenas de huecos y agua estancada. Gritábamos duro, sin megáfono. No teníamos más que el sonar de nuestras palmas y el rugir de las gargantas.
Gritábamos por todos y por nadie; por el vecino, el amigo y el que bajaba la estera cuando pasábamos. Por la señora que se ocultaba detrás de su negocio temerosa y por el mototaxista que se sumaba con su pito a la marcha.
Gritábamos hasta que nos cansamos de gritar. Hasta que las calles del pueblo se nos hicieron tan angostas que nuestros brazos se rozaban, y la mancha amarilla, azul y muy roja se convertía en un marrón oscuro.
Marchas
En Colombia, el Paro Nacional del 2021 se realiza de manera indefinida desde el 28 de abril. Las manifestaciones, convocadas por el Comité Nacional de Paro el pasado 5 de abril, se han tomado las principales ciudades del país, siendo Cali, Bogotá y Medellín los lugares con mayor visibilidad durante la jornadas de protestas.
[Destacado]
Afiche oficial de la convocatoria del Comité Nacional de Paro el próximo #28A al #ParoNacional
¡#EsElMomentoDeParar! Por vida, paz, democracia y contra el nuevo paquetazo de Duque.
Paro Nacional, 28 de abril de 2021. pic.twitter.com/jDQvIuHUAz
— Central Unitaria de Trabajadores – #ParoNacional (@cutcolombia) April 5, 2021
No ajenos al llamado popular, los jóvenes baranoeros sumaron su voz al clamor del pueblo colombiano. Desde el lunes 3 de mayo, el corazón alegre del Atlántico se ha vestido de amarillo, azul y rojo para marchar “por la vida, por las víctimas y por nuestra dignidad”.
Al grito de arengas y cánticos rechazando “el mal gobierno”, y un no rotundo a la reforma tributaria propuesta por los gobernantes de turno, los manifestantes se tomaron puntos claves del municipio como el Parque España, el Parque de La Cruz y la Plaza Principal de Baranoa.
Durante las caminatas pacíficas, los asistentes invitaban a los curiosos a unirse “al montón”, apelando a que la lucha que se labra desde las calles es colectiva.

Lunes 3 de mayo
10:00 a.m
Clínica Reina Catalina
La lucha apenas iniciaba, pero la voz ya estaba ronca. El agua ya no alcanzaba para apagar el fogón que teníamos en la garganta y no había árbol que cubriera el fogaje que ya se empezaba a notar.
La música llegó al final pero se hizo sentir. El sonar del redoblante puso a saltar a más de uno para honrar a los médicos de la Clínica Reina Catalina, y resaltar su labor durante la pandemia de enfermedad por coronavirus.
“¡Ahí están, esos son, son los héroes de la nación!”, cantábamos por tercera vez, pero en nuestro pecho sentíamos que cada parada, en la Santa Ana y el Hospital, había sido única.
***
Velatones
Desde el inicio de las manifestaciones, los jóvenes baranoeros han llevado a cabo dos velatones: homenajes pacíficos donde se encienden velas y se ora por un fin determinado, usualmente relacionado con la vida o muerte de personas. La Plaza Principal y el Parque de la Cruz o entrada de Baranoa fueron testigos de estos encuentros donde las oraciones fueron las protagonistas.

Arte como protesta
Tal y como en las principales ciudades del país, las expresiones artísticas tuvieron especial relevancia durante los pasados doce días de protestas en el municipio. El 5 de mayo, manifestaciones culturales se tomaron el Parque España desde las nueve de la mañana, acto que fue convocado bajo la premisa de “Baranoa, tierra de arte”.

Más adelante, en medio de La Cordialidad, carretera que comunica a Baranoa con la ciudad de Barranquilla, un dibujo se hacía paso ante los ojos de los curiosos. Debajo, la famosa frase de Jorge Eliecer Gaitán acompañaba el graffiti, pretendiendo denunciar una situación que, para los manifestantes, correspondía fielmente a la realidad colombiana.